El Colegio Amauta nace del profundo compromiso de formar seres humanos íntegros, capaces de transformar su realidad con sabiduría, ética y responsabilidad. Esta visión fue sembrada por su fundador, el Profesor Alberto Gustavo Rivera Bendezú (1946–2021), un hombre sabio y generoso, nacido en Arequipa, Perú.
Su camino se forjó desde joven en colegios jesuitas, con una formación marcada por los valores cristianos y una visión filosófica que maduró bajo el acompañamiento del padre William Morris. En México, influido también por su tío Jorge Alejandro Rivera Paredes, encontró en la docencia una misión de vida. En 1981, junto con la maestra Rosa Luisa Soledad Corrales Melgar, conocida cariñosamente como Miss Sol, y un equipo fundacional, estableció el Colegio Amauta, inspirado en los ideales de servicio, justicia y amor al conocimiento.
Miss Sol ha sido guía institucional durante más de cuatro décadas. En 2024 fue reconocida internacionalmente como una de las 50 peruanas más influyentes del mundo por Women CEO Perú, gracias a su liderazgo transformador y su impacto en generaciones de estudiantes.
El nombre Amauta proviene del Tahuantinsuyo —el antiguo imperio inca— y designaba a los sabios encargados de enseñar a los futuros líderes. También nos inspira la Revista Amauta de José Carlos Mariátegui, que proponía una educación crítica, centrada en el autoconocimiento y la transformación social.
Desde su origen, el Colegio Amauta se construyó sobre tres pilares que se integran en su escudo y su vida institucional:
- Ama Sua – No mientas (Respeto): Valoramos la verdad como una forma de honrar la dignidad propia y ajena.
- Ama Quella – No robes (Honestidad): Promovemos el actuar justo, no solo respecto a lo material, sino también emocional e intelectual.
- Ama Llulla – No seas ocioso (Responsabilidad): Formamos alumnos comprometidos con su tiempo y con los demás.
Estos principios, heredados del mundo andino y validados por la ONU en 2015 como guía ética universal, siguen siendo el corazón de nuestra misión educativa.
El legado del Profesor Rivera sigue vivo. Muchos lo recuerdan como Papá Rivera, el Amauta, o incluso el Quijote moderno. Fue guía, maestro de maestros y figura paternal. Su entrega incansable dejó una huella profunda.
Hoy, su visión florece en el liderazgo de Miss Sol y el claustro de Profesores quienes continúan guiando al Colegio Amauta con el mismo espíritu: enseñar con el ejemplo, despertar la curiosidad y formar personas capaces, valiosas y comprometidas.
"Todas las personas grandes han sido niños antes. Pero pocas lo recuerdan." — El Principito